jueves, 9 de febrero de 2023

Río de Vilaquinte


 

Río Ser

El Río Navia que se forma en Busmullán, de la unión de varios regueiros, (aldea perteneciente a la parroquia de Padornelo cerca de Piedrafita do Cebreiro),  en las estribaciones de los Ancares gallegos y va recorriendo de sur a norte los municipios de Os Nogais, donde cruza la AP6, su cauce discurre separando los municipios de Becerreá y Cervantes, y cruzando el municipio de Navia de Suarna penetra  en Asturias donde desemboca en el Mar Cantábrico a la altura de Navia después de recorrer unos 160 kilómetros. Recoge el agua de las vertientes occidental y norte de  los montes de la sierra de los Ancares a través de otros tres cortos y caudalosos ríos: el rio Cancelada-Cervantes  que desemboca en el Navia en la zona de Puentes de Gatin, el rio Ser, que en su tramo final marca la divisoria entre los municipios de Cervantes y Navia de Suarna y el rio Rao que se forma de la unión del río Balouta y el Murias y desemboca en el Navia en el área recreativa Rio de Pé en la confluencia de los municipios de Navia de Suarna, Fonsagrada e Ibias (Asturias).

Una puesta del sol en los Ancares Gallegos desde la aldea de Vilaquinte (FOTO Manuel González Pérez)

El río Ser, (rio de Vilaquinte) es un corto y caudaloso río de la provincia de Lugo, que recorre unos 20 Km. desde su nacimiento en la sierra de Ancares hasta el Río Navia, en el que desemboca por su lado derecho, cerca de Robledo de Son.

 Formación del Rio Ser

El río Ser nace de la confluencia de varios arroyos de montaña, formados a más de 1.500 m. de altitud, en las vertientes occidentales de la sierra de Ancares, en las provincias de León y Lugo. La unión del río Barrialín, que recoge agua de los arroyos de la zona de Suárbol en León, con el río De la Vega, que recoge las aguas de los diferentes arroyos de la zona oriental del Mustallar (1.934 metros de altitud, techo de los Ancares lucenses) y del Cuiña, forman el río de Moreira que a los pocos kilómetros recibe el río Da Granxa, que recoge las aguas de la zona de Piornedo. Un poco más abajo se le une el río Do Mazo, que trae las aguas de la zona de Poso y de Pando. A pocos kilómetros. entre las aldeas de Castelo y Donís, se unen el rio Moreira con el río Da Veiga, que recoge las aguas de los regatos de la ladera oeste del Mustallar, del Penalonga, de los Tres Bispos (donde cuentan que se reunían los obispos de León, de Astorga y de Lugo ya que allí confluían los tres obispados) y de los Penedos de Donís formando el caudaloso RIO SER.

 

La impresionante garganta del Rio Ser desde Pena Cancela de Vilaquinte (FOTO Manuel González Pérez)

Las Gargantas del Ser

A partir de ahí, por la izquierda, llegan al Ser el río Ortigal y el Das Pontes trayendo el agua de los arroyos de la zona de Vilarello y Degrada y también los regos da Penouta y da Curiscada que bajan con el agua de la zona de Noudelo y de Los Olmos. Por la derecha llegan al Ser el rego do Castelo, el rego da Braña y el rego de Corneantes.

A partir de ese punto, entre Corneantes y Los Olmos, el Ser se oculta en el fondo de un profundo cañón entre la sierra de Corneantes y la Granda de Vilaquinte por la derecha y la sierra de Cabreira y la Granda de Arroxo por la izquierda, tapado por un tupido bosque de alisos, fresnos, castaños y robles. El rego de Trabado y el de Anzubrigada por la derecha y el de Franxueiras, el de Cabreira y el de Fontaos por la izquierda siguen regando prados de ribera en el fondo de ese profundo cañón y alimentando de agua al río.



Un tramo del cauce del Rio Ser a su poso por Vallo (FOTO Rafael de Coro)

Por Vilaquinte y Vallo

Luego atraveisa las parroquiales de Vilaquinte y Vallo, que quedan a la derecha del río y a la izquierda las aldeas de Chaovilarín y Vilarnovo de la parroquia de Vilaquinte y Vilarin, Vilor y Penedo de la parroquia de Vallo.

El rego de Vilaquinte, la Regueiriña y el regueiro Dos Vieiros que se forma con el rego da Garganteira que baja desde la campa de Murias y el rego do Prado, después de regar los fértiles prados de Vilaquinte, se unen al Ser en la zona baja de Vilaquinte. Ya cerca de Vallo el regueiro de Cabanela, que se forma de la unión del rego das Cañotas con el rego de Chouso que que viene de la campa das Laviadas. llega al río también por el lado derecho, después de regar los prados de Cabanela de Vallo.

Por el lado izquierdo las fuentes de Chaovilarín y Vilarnovo poca agua aportan al río después de regar fincas y prados.

Enfrente de Vallo, entre las aldeas de Vilarin y Vilor, poco mas abajo del puente de Vallo, vierte sus aguas al Ser su afluente más importante, el río que llaman de Vilarín o Leirado. Este río recorre el alargado valle de Vilarín y recoge las aguas de la ladera occidental de la sierra de Cabreira y de la Granda de Arroxo a través del río de Penedo y el rego de Arroxo, las de la ladera norte de la sierra Da Fosa a través del Leirado y las de la zona de Borzoado a través del rego de Valabedul.


De Vallo al Navia

Entre las aldeas de Vilor y Vilela vierte sus aguas al Ser el río Vilaver que recoge las aguas de la zona de Quindous, Vilaver y Santalla. En el desaguan el regueiro Das Mestas, el regueiro de Quindous, la regueira da Lama y la regueira del Salgueiral.

A partir de la aldea de Trabado y dejando la parroquial de Son y sus lugares a la derecha, marca la divisoria entre los ayuntamientos de Cervantes y Navia de Suarna, recibiendo el agua de pequeños regueiros. Pasado Robledo de Son, después de cruzar la carretera de Becerreá a Navia desemboca en el río Navia.

SAIH de Vallo

Estación del SAIH de información hidrológica en el puente de Vallo

Los Sistemas Automáticos de Información Hidrológica (SAIH) son una potente herramienta para las diferentes cuencas hidrográficas de gestión de los recursos hídricos. Proporciona, en tiempo real, información relativa a los caudales circulantes por el río, cantidad de lluvia caída, temperatura ambiente, etc. 

Imagen información SAIH de Vallo el 19-01-2023 cuando por ahí andaba Daniel

A la altura del Puente de Vallo esta situada una de las estaciones del SAIH, que pertenece a la Confederación Hidrográfica del Camtábrico. Al conectarse con ella aparecen en la pantalla el día, la hora, los minutos, los datos del día a esa hora: "nivel de agua y temperatura, precipitaciones en las últimas 24 horas, últimas 12 horas y última hora". Pueden también verse los datos del día anterior, de la semana, del mes en curso, del mes anterior, etc. Hoy, 9 de Febrero a las 7 de la tarde el nivel del agua era 0,53, la temperatura era 4.78 Cº , no ha habido precipitaciones en las últimas 24 horas.

114 km² es la extensión de la cuenca del Río Ser.

Protección: El curso del río Ser se encuentra incluido dentro del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de Cruzul-Agueira y de la Reserva de la biosfera de Os Ancares Lucenses y Montes de Cervantes, Navia y Becerreá.

Etimológicamente el nombre "SER" está ligado a la raíz indoeuropea "sreu"="fluir".

Leyendas: O Pozo do Inferno de Vilaquinte

El río Ser, a su paso entre las aldeas de Vilaquinte y Chaovilarin, forma dos remansos recodos, el primero unos 200 metros antes del antiguo molino y del puente que daba paso de uno al otro lado del río y otro más abajo, en los prados de Vilaquinte.

El primer remanso era profundo. Le llamaban el Pozo do Inferno. Contaban que una cueva muy larga salía del pozo hacia Chaovilarin.

Relataban de diferentes maneras la historia de esa cueva:

Unos cuentan que un señor estaba pastoreando sus vacas en el prado que daba al río encima del pozo cuando una vaca se le cayó entre la vegetación que daba al pozo. El intentó ir detrás para rescatarla pero se resbaló, cayó al pozo y el agua engulló a la vaca y al pastor y nunca aparecieron.

Otros la cuentan que una vez cayó un perro al pozo, que estuvieron buscándolo río abajo y no lograron encontrarlo. Parece que una semana después oyeron ulular al perro debajo de una de las casas de Chaovilarín.

También contaban que cuando el río venía crecido, en la casa de López de Chaovilarín, que es la primera que se encuentra en la parte baja de la aldea, entrando desde Vilaquinte por el antiguo camino, se oía el río, como si pasara por debajo de la casa.

La aldea de ChaoVilarin desde el teso de Vilaquinte

 Pesca

 Con bonitos recuerdos se disfruta. En los años 60 del pasado siglo, el río de Vilaquinte era un excelente rio truchero. En diferentes ocasiones y acompañado en muchas de buenos amigos lo he recorrido con mi caña de pescar. Desde el fondo de Vallo hasta la altura de Corneantes abundaban los remansos en donde la pesca con pluma, si acertabas con el mosquito adecuado, resultaba un auténtico placer. En las corrientes, con la cucharilla bien trabajada, entraban bonitas piezas, que luego con una viruta de jamón o panceta, pasadas por la sartén eran un manjar exquisito. Los remansos los recuerdo como buenos lugares de pesca de donde, en la segunda mitad de los años 60 del siglo pasado, he sacado truchas de buen tamaño.

Agradecimientos: Mi agradecimiento a Pepe de Córragos, a Manolo de Bodego y a Rafael de Coro por la aportación de las fotos y sus informaciones.

Eladio Rodríguez

Murcia 2023



viernes, 28 de octubre de 2022

Alvariza de Ramil

 

La Alvariza de la casa de Estrela de Ramil 

Cuando el Piorno me olía a MIEL

Me encanta la MIEL. Mi madre me decía que era un “Larpeiro”. Me contaban que desde muy pequeño mi comida preferida era una rodaja de pan untada de miel.

Cuando tenía tres o cuatro años acompañaba a mi abuelo José María, a su alvariza. Mi abuela Manuela y mi tía Inés me habían confeccionado un traje de plexiglás, un plástico muy delgado y transparente, para protegerme de las picaduras de las abejas. No debía ser muy eficaz ya que pronto adquirí inmunidad a tales picaduras que dejaron de hacerme daño. De hecho hoy no se me inflaman ni las picaduras de las abejas ni las de las avispas.

La alvariza de la casa de Estrela, estaba situada en el monte de Gresande, en la ladera que da al regueiro de Moas, a la altura del segundo molino, protegida del norte y del levante, cara al mediodía, junto al sendero que subía desde PonteMoas hacia las Zancadas, hacia los prados de Moas y hacia Gresande. En los años 80 del pasado siglo con la apertura del camino de PonteMoas a Ramil la excavadora se llevó por delante la mayor parte de la alvariza de la que queda en pie sólo la pared de arriba, medio derruida, con sus esquinas laterales.

En la zona hay una gran extensión de monte, monte de Gresande y monte de Carballude, con toxo arnal (ulex europeus), toxo molar (ulex minor), carqueixas (genista) o xestas (cytisus). También abundan castaños en las Gandariñas y en Moas, los robles en las Zancadas, las Chousas o la Fonte do Gafo, los avellanos en la fraguiza de Ramil y los muchos y variados frutales que pueblan los prados y las huertas de Ramil, Vales, Carballude, o la Ribeira de Botos. La alvariza está en el lugar ideal para que las abejas polinicen los diferentes árboles o matorrales, recojan el néctar y lo conviertan luego en un rico manjar que se conoce como MIEL

 

Situación de la Alvariza de Estrela: (Foto rediseñada por Antonio Presas)

En esta foto aérea de 1956 se puede observar, empezando por el lado derecho la vía del ferrocarril con el camino que subía desde Pontemoas hacia Lalín, que al pasar por el pontón debajo de la vía se bifurcaba hacia A Ribeira y a Carballude. A la izquierda del puente sobre el río Asneiro se observa la bifurcación a la derecha hacia Gresande, por donde ahora va la carretera, y en el que se observa a unos 200 metros el camino para bajar al molino de herederos (conocido también como molino de Portela, primitivo dueño, o molino de Pontemoas). A la izquierda el camino que iba hacia Ramil del que partía el sendero que nos llevaba a los prados de Moas, a las Zancadas o hacia Gresande, y que ahora, hasta la bifurcación, es perte de la pista que va hacia Ramil. Señalada con el círculo rojo estaba la alvariza de la que solo queda en pie la pared de arriba.

La Alvariza era de las que el investigador Antonio Presas denomina como Modelo Candán, “un recinto fortificado con muros que sobrepasan os dous metros de altura, rematados nunha cornixa capeada a modo de "tornarratos”, como defensa non só para os melíferos osos pardos, nunha Serra na que a presenza del foi real ata o século XIX, senon tamén para a maioría dos animais”.

Las paredes de la alvariza de Estrela tenían unos dos metros de altura y formaban un rectángulo de unos cinco metros de ancho por unos quince de largo desde la pared de arriba hasta la de abajo. Una puerta, de unos 70 cm. en el lado de poniente daba acceso al recinto. Dentro, donde había matas de flores, entre ellas algunas de toxo, carqueixa o romero, un laurel real en la parte de arriba, que se utilizaba como repelente de moscas y mosquitos, y un cerezo grande en la parte de abajo, que daba sombra en verano a buena parte de la alvariza.

Las colmenas estaban colocadas, cuatro o cinco en línea, a lo ancho de la alvariza y cada línea estaba colocada en una especie de escalera ancha, que permitía, desde la entrada, subir, bajar, o extraer los panales de miel. En las escaleras del fondo quedaban dos hileras de viejos cortizos de alcornoque.

A partir de la mitad de la década de los años 40 era cuando yo acompañaba a mi abuelo a cuidar las colmenas y a ayudarle, recuerdo con el fuelle de humo, cuando recogía los panales de cera y miel. Recuerdo también que una tarde, casi de noche, haber ido con él a recoger con un saco de esparto, un enjambre de un roble de las Zancadas. Al inicio de la década de los 50, después de haber sufrido varios robos en enjambres y en miel, trasladó las que le quedaban, unas 15, a la huerta de su casa en Ramil. Allí, a la muerte de mi abuelo, mis tíos Manuel y José siguieron cuidándolas hasta que ya, a finales de la década, se casaron y las colmenas se fueron poco a poco perdiendo.

Cuando en 1914, mi abuelo José María do Souto de Abaixo se casó con mi abuela Manuela de la casa de Estrela de Ramil ya existía la albariza. Puede ser cosa de mi bisabuelo, José Rodríguez, que se había casado, en la década de los 80 del siglo XIX, con Amalia Soto de Millerada, cuya familia según contaba mi madre, eran buenos cosecheros de miel. Probablemente la alvariza sea incluso mucho más antigua. En el Catastro de Ensenada, en 1752, José de la Torre, que vivía en la casa da Calexa de Vales, aparece como propietario, entre otros bienes, de un molino en Moas y varias colmenas. En documentos de 1779 aparece una cesión, por una renta de dos ferrados de centeno al año, de Josefa de Toubes, viuda de Pedro da Torre (hijo de José da Torre) a Pedro do Souto y a su hijo Francisco do Souto, de un prado y un molino en Moas. El padre de mi bisabuelo de Estrela era descendiente de estos y procedía de la casa que actualmente conocemos como casa dos Curros.

 

En esta foto de Antonio Presas se aprecia parte de la pared que queda en pie de la alvariza de Estrela junto a  la pista que sube hacia Ramil.

Contaba mi madre que mi abuelo, cuando regresó de Argentina en 1926, a donde había emigrado siete años antes, y en donde ejerció su oficio de carpintero en un taller de ebanistería, cambió los antiguos cortizos por colmenas de madera que él mismo iba construyendo. Por la fiesta del Santiago, todos los años se acercaba a Zobra, a Bustelos o a Moa a comprar un cabrito para la fiesta y de paso se traía semillas de diferentes tipos de plantas rastreras e incluso clases de toxos o ericas (brezo) que esparcía por los montes de Gresande o de Carballude, al otro lado del río. En esa época en los torreones, que cerraban las fincas de la casa plantó piornos, un tipo de retama negra con muchas flores amarillas, que recuerdo me olían a miel. Me costó algunos años entender que la miel, que tanto me gustaba, era la que recogían las abejas de las flores amarillas de los piornos. Contaba también mi madre que cuando estaban construyendo la vía del ferrocarril, que va por el otro lado del río, mi abuelo aprovechaba los terraplenes para sembrar esas semillas de plantas de flores para sus abejas.

Recuerdo que en la carballeira de Vales de Estrela, que entre buen número de carballos, en la parte de más arriba, junto al camino que iba hacia o Rodado, había dos sobreiras (quercus suber) de buen porte. De ellas pudieran haber salido las cáscaras para los viejos cortizos.

Era muy bonito, en primavera, ver los torreones que cerraban la carballeira de Vales de Estrela, la Zarra do Monte o la Raxeira de Arriba, cuajados de piornos que teñían de amarillo los cerramientos y que me olían a la miel que tanto me gustaba.

A mediados del siglo pasado recuerdo que en muchas de las casas de Gresande había cortizos o colmenas. En el fondo del nabal da calexa de nuestra casa de Vales, protegidos por el cierre de laureles que había al fondo, teníamos cuatro pequeñas colmenas, que aunque no producían mucha miel, nunca faltaba la miel en casa. Los grandes cosecheros de miel eran los de la sierra del Candán (Zobra, Moa, Bustelos, A Trigueira, etc).

Actualmente, en Gresande, algunos siguen cosechando miel. En Ramil Jorge Peña es un buen apicultor y David Liñares, de la casa de Materio de Gresande, es uno de los mayores apicultores de Galicia. Es un estudioso de la apicultura especializado en la cría de reinas y de núcleos que vende a apicultores de toda España y Portugal. Su miel ha sido premiada en distintos e importantes concursos. Imparte cursos de formación sobre iniciación a la apicultura por toda Galicia y provincias limítrofes sobre el alimento de las abejas, la lucha contra la avispa velutina, la cría y selección de reinas o multiplicación de colmenares, etc. Es el organizador de la Feria de apicultura Alvariza, que se celebra en Lalín y a la que acuden los cosecheros de miel de Galicia, los de Portugal y los de las grandes zonas meleras de Murcia, Extremadura, Toledo, Guadalajara o del norte de España y a la que acuden también muchísimas empresas relacionadas con la apicultura.

Eladio Rodríguez Souto

La Manga, verano 2022

sábado, 13 de junio de 2020

BEJAR



Béjar

A una altitud de 953 msnm, es un municipio de la provincia de Salamanca, que en el 2017 contaba con 13.221 habitantes; es el núcleo de población más importante del sureste salmantino del que es la capital.

Historia  

Edad Media. El origen de la villa se fecha cronológicamente en los inicios del siglo XIII. Se tiene la primera mención escrita de la localidad el 5 de enero de 1209, en un documento en el cual el monarca Alfonso VIII demarca la linde entre el concejo de Ávila y el de Béjar. Durante la Edad Media la ganadería fue la base de su economía aunque el viñedo empezó a tener una notable importancia.​Musulmanes, judíos y cristianos convivieron en Béjar durante varios siglos.

Edad Moderna. En el verano de 1492 los judíos del Señorío de Béjar se vieron obligados a convertirse al cristianismo para no ser expulsados; las conversiones fingidas fueron un fenómeno común. El duque de Béjar Alvaro II de Zúñiga y Guzmán, que había actuado anteriormente como protector y adalid de los judíos, interesado en el factor de crecimiento económico y demográfico que supuso en el siglo XV la población judía en el señorío de Béjar, cambió su postura a partir del edicto de expulsión, procediendo al embargo de las propiedades de estos.

Edad contemporáneaEl liberalismo favoreció y consolidó a la burguesía bejarana, incipiente a principios del siglo XIX, permitiéndoles controlar la política de Béjar una vez desaparecidos los privilegios señoriales del Duque de Béjar.
La villa dejó de ser territorio de realengo en 1396, al convertirse en un señorío, siendo Béjar traspasada por Enrique III de Castilla a Diego López de Zúñiga. Uno de sus descendientes, Álvaro de Zúñiga, por el apoyo prestado a Enrique IV y a su hija Isabel en lucha con el infante Alfonso y con su hija Juana la Beltraneja, fue beneficiado en 1485 con la concesión del ducado de Béjar.

 Plano de Bejar

En el siglo XVI el IV Duque de Béjar ordenó la realización de los jardines llamados El Bosque. En esa época la Casa Ducal se caracterizó por su labor de mecenazgo. Es conocida la dedicatoria realizada por Cervantes en El Quijote de 1605 al duque Alonso de Zúñiga, así como la dedicatoria realizada por Luis de Góngora en su obra “Soledades (al Duque de Béjar)”
Desde antiguo, la villa se caracterizó por su dedicación a la producción pañera; esta actividad eclosionó a partir de la llegada de artesanos pañeros flamencos, traídos por la Casa Ducal para propiciar este desarrollo a finales del siglo XVII. El género textil que acabó consolidándose en Béjar en el siglo XIX fue la pañería fina. El apoyo del ducado de Béjar a esta actividad económica industrializadora durante el siglo XVIII fue excepcional.​ De ahí se explicaría el gran desarrollo de la actividad textil que caracterizó la economía de la ciudad durante los siglos XIX y XX. La ciudad vivió entonces un gran cambio urbanístico, social y político.
El desarrollo de la industria textil bejarana fue espectacular, aunque afectada por crisis cíclicas, motivadas por la excesiva dependencia de esta actividad a las contratas del estado, a la mala situación geográfica y a una llegada tardía del ferrocarril, que hacían muy difícil competir con la gran industria pañera catalana. 
Actualmente alguna industria textil bejarana dedicada a productos textiles para el descanso se reconvirtió, con motivo del COVID19, a la fabricación a gran escala de mascarillas Hecho en España.

 Centro de la Ciudad

Otros datos históricos: Béjar fue asignada a la provincia de Salamanca en la reforma territorial de Floridablanca en 1785.
El título de “Ciudad” le fue concedido por Isabel II en 1850 gracias a las actuaciones del Ministro de Hacienda, José Sánchez Ocaña, nacido en Béjar. A Béjar le concedieron los Reyes Católicos el título de "Muy Leal" en 1492 por la participación en las conquistas de Málaga y Granada), "Muy Noble" ganado por la conquista de Cáceres en 1229 de la mano de Alfonso IX de León y "Liberal y Heroica" posteriormente en la revolución de 1868, en la que los bejaranos resistieron a las tropas de Isabel II. En la Primera República la ciudad se declaró cantón durante la Revolución Cantonal.
La industria se vería beneficiada por el alzamiento franquista, toda vez que Béjar se situaba en zona nacional, frente a la Cataluña republicana. La victoria militar vendría a establecer un lazo de unión firme entre el nuevo régimen y la burguesía bejarana. Tras la Guerra Civil la industria local pasó a desempeñar la labor de suministro de textiles de los uniformes del ejército y de múltiples cuerpos de funcionarios.
La década de 1960 significó el cénit del textil bejarano y la de 1970 el comienzo del fin de la actividad pañera, que padeció crisis, altibajos y alguna tímida recuperación hasta la gran crisis de comienzos de los 90.


A Conocer

Iglesia de Santa María la Mayor



El ábside es románico mudéjar.  Por el exterior se alza sobre un zócalo de mampostería y se articula en nueve paños en cada uno de los cuales se alinean verticalmente tres arcadas de arcos de medio punto, sencillo el superior, sencillo también el central pero con moldures en su intradós, y doble el inferior. 

La torre es gótica en su primer cuerpo de buena sillería de granito, construida en tiempos de Alfonso X. En el siglo XVI se le añadió otro de estilo renacentista y el último cuerpo es el campanario; de las mismas características es la entrada principal. El retablo mayor es del barroco, construido en el siglo XVII, dedicado a la titular de la iglesia, es muy bonito especialmente el primer cuerpo cuyos relieves son de la escuela castellana.

En la Capilla del Socorro está la joya del templo, la imagen de la Virgen de las Angustias, también del siglo XVII, que con anterioridad estuvo en el convento de San Francisco. Parece que fue labrada por el escultor de la escuela salmantina Alejandro Carnicero. En este templo hay muchas cosas valorables como el Nazareno o el mueble del órgano de inicios del XVIII.


Iglesia de El Salvador


Originalmente medieval, conservamos de la época de su construcción el ábside y el primer cuerpo de la torre-campanario. En 1568 se amplía la nave de la iglesia y se configura como un espacio diáfano, dividido en tres naves con dos grandes arcos que cubren la distancia entre el coro y la capilla mayor además del segundo cuerpo del campanario.
El 19 de febrero de 1936 fue incendiada, ​ quedando tan solo en pie los muros y desapareciendo su interesante artesonado así como el retablo, imágenes y gran parte del archivo. Fue reconstruida en los años 40 y remodelada posteriormente conservando el majestuoso ábside en sillares graníticos de la época tardo románica, las dos portadas de acceso al templo, la fuente bautismal, dos arcosolios y la torre campanario de estilo gótico. En su interior es destacable el paso procesional de Nuestro Padre Jesús de las Victorias del autor bejarano Francisco González.

Iglesia de San Juan Bautista

Construida en el siglo XIII, de cuyo origen románico de transición conserva el ábside, las portadas y la torre-campanario. En 1568 se amplía la pequeña iglesia medieval configurándose el espacio a través de amplios arcos diafragma que descansan sobre ménsulas graníticas decoradas. De esa época es la techumbre renacentista de madera decorada con florones dorados. De esa época son también las imágenes de San Francisco de Asís, el busto del Ecce Homo y La Dolorosa, entre otras. En el llamado Parapeto se alojan los pasos procesionales, la mayoría del siglo XX, entre ellos el Calvario de González Macías.

Iglesia del Pilar y San José

Construida en torno a los años 1960-1970 en estilo neorománico italiano. Su interior es colorista debido a los mosaicos que la decoran. Es una de las iglesias más bellas de Béjar, no sólo por su construcción, sino por estar enclavada en la falda del Tomillar desde donde se divisa la ciudad. En la sacristía se conserva un Cristo de la Agonía, talla realizada por Mateo Hernández y en la capilla mayor una cabeza de Cristo, también realizada por el mismo escultor y que fue propiedad de don Emilio Muñoz, patrocinador de esta iglesia.

Calle Mayor

Eje de comunicación entre la zona antigua y moderna, alberga la mayoría de la red comercial de la ciudad. Formada por casas de los siglos XIX y XX, propiedad de la antigua burguesía industrial, con sus grandes galerías acristaladas.

Ruta de las Fábricas Textiles

El agua del rio Cuerpo del Hombre, con muy bajo contenido en sal hizo al río muy propicio para el apresto de paños. Actualmente se ha habilitado un paseo para admirar los edificios de las antiguas fábricas de paños.

Palacio de los Zúñiga



El actual castillo palacio de los Duques de Béjar fue reconstruido en el siglo XVI en el emplazamiento del antiguo castillo de planta rectangular con torres en los vértices, que había llevado como dote la reina doña Violante, esposa de Alfonso X el Sabio y que se debió de edificar en la misma época que las murallas de la ciudad, con la repoblación cristiana, sobre una parte de la antigua alcazaba árabe del siglo XIII.
Este castillo palacio, que destaca por la sobriedad de su decoración, posee torreones cilíndricos de refuerzo y otras torres en el antemuro. La primitiva entrada da a poniente y conserva el aspecto de fortaleza, con un antemuro en el que se abre un arco semicircular timbrado con las armas de los duques y sus iniciales F y G, que corresponden a don Francisco de Sotomayor y Zúñiga y doña Guiomar de Mendoza. Actualmente es un instituto de enseñanza pública.

En uno de los torreones se encuentra situada la cámara oscura, desde donde se puede observar toda la ciudad, así como la sierra de Béjar y su entorno natural. Fue declarado monumento histórico-artístico el 3 de junio de 1931.

El Bosque

A un kilómetro más o menos de la ciudad, El Bosque constituye uno de los escasos ejemplos de jardín renacentista italiano que se conserva, construido por los Duques de Béjar en el siglo XVI como villa de recreo, con estanque, estatuas, palacete y kiosco remodelados en el siglo XIX y actualmente de propiedad municipal. Fue declarado Jardín artístico y bien de interés cultural el 11 de enero de 1946.

 El Bosque

El Bosque es un parque señorial, delicioso por sus aguas abundantes recogidas del arroyo del Oso, por sus fontanas, por su gran estanque por el que antaño navegaban pequeñas barcas, por sus rincones, por su arboleda entre la cual hay árboles enormes y algunos que, sin serlo tanto, son tan viejos como el parque mismo.
Pero lo más evocador, escribía un bejarano, es aquel estrado de granito que se enfrenta con el palacio. Viejos documentos nos ofrecen la certeza de que allí se celebraron, entre otras, magnificas fiestas literarias, presididas sin duda por diversos duques y duquesas, y que en ellas intervinieron Góngora y tal vez el propio Cervantes.  
El palacete es rectangular, de traza noble y sobria, y campean en sus fachadas las ramas de la casa ducal y los escudos con las iniciales F y G (Francisco y Guiomar), duques fundadores.

Plano de la zona del Castañar 

Santuario de la Virgen del Castañar


Se encuentra en una zona arbolada, a unos dos kilómetros de Bejar, con predominio de los castaños. Se dice que la virgen fue encontrada por un pastor en una caja de madera, junto a un castaño. Con el hallazgo se terminó la peste que asolaba la villa. En la actualidad es la patrona de Béjar.
El santuario de nuestra señora del castañar es un edificio religioso más, pero si, como se dice, este monte de castañares umbríos es el pulmón de Béjar, el Santuario es el corazón de la ciudad y de la comarca.
La capilla mayor está dotada de una bóveda esférica, apoyada en impostas que, a su vez descansan sobre cuatro arcos torales, que forman en sus ángulos sendas pechinas. Dio impulso importante a las obras el sacerdote bejarano don Francisco Rodríguez Viga, con cuyo empuje las obras culminaron en 1720 con la fachada de poniente, de sillería regular, sobre cuyo frontis campea el escudo del obispo placentino don Francisco Pere y Porras. Las obras del camarín de la Virgen se concluyeron en 1730. El primitivo retablo fue cedido a la iglesia de Navalmoral de Béjar y fue sustituido por el actual, hermoso y muy bello, debido a la gubia del habilísimo escultor bejarano Lucas Barragán y Ortega. Las pinturas de la bóveda, pechinas y frente del arco las hizo Ventura Lirios, pintor de cámara de los duques. La de la bóveda representa la Asunción de la Virgen; las de las pechinas, pasajes de la vida de Nuestra Señora, y la del arco, su Coronación.
Se produjo años después del hundimiento de parte de la bóveda y las pinturas quedaron seriamente dañadas, por lo que fueron restauradas por los hermanos Álvarez Dumont que, a la vez, decoraron el camarín y pintaron las ocho bellísimas mujeres de la Biblia dignas de contemplarse. Bajo el camarín se encuentra la cripta, lugar de culto diario en el invierno, que se supone ocupa el lugar preciso en que se levantaba la modesta ermita primitiva.
El convento, a la derecha del templo, ha sido restaurado en su totalidad en estos últimos años, respetándose la fachada principal a la que se ha añadido una planta. El edificio destinado a seminario, a la derecha del convento, fue levantado también en fecha reciente y ocupa el lugar de la casa del guardián donde también estuvo una sencilla y antigua espadaña. Al nuevo edificio se le dotó de torre y campaniles, con un airoso chapitel.
La nave del templo es única y la cabecera rectangular, de la cual sobresale el absidiolo que acoge en su interior al camarín y la cripta. La fachada del mediodía tiene adosada la sacristía desde la que se accede al camarín. En su conjunto, es un bello y noble templo, a la par que sencillo. Merece prestar atención al herraje del balconcillo del camarín.
En el atrio, también llamado Plaza de los Tilos, hay un crucero antiguo, siendo posterior la imagen del Crucificado de la columna central, obra del escultor bejarano Eloy Hernández.
A partir de 1946 son custodios de la Virgen los padres Teatinos, como, con anterioridad lo fueron los Franciscanos. Cuentan con una escolanía que solemniza las fiestas.
Todos los 8 de septiembre de cada año se celebra la tradicional fiesta de la virgen del castañar, desplazando a la virgen desde el santuario hasta el mirador de la virgen situado en la subida a este monte, desde donde la virgen bendice las tierras de Béjar.

Plaza de toros de El Castañar


Situada en el monte del Castañar junto al Santuario. El 4 de agosto del año 1667, y al objeto de sufragar los gastos de las obras de la sacristía llevadas a cabo en el Santuario de la Virgen del Castañar, patrona de la ciudad, se solicitó un permiso al Consistorio del Concejo para construir una plaza de toros junto a la ermita. Posteriormente tuvo lugar la primera lidia de toros, en una improvisada plaza cerrada con maderas, pero no fue hasta el verano de 1707, cuando con motivo del nacimiento del Principe de Asturias (que luego reinaría durante dos años con el nombre de Luis I) se celebró por segunda vez la fiesta taurina, en esta ocasión en una plaza construida con maderas enrejadas. Posteriormente en 1711 fue sustituida por la obra de fábrica conservada hasta mediados del siglo pasado. En 1962 se le realizó una profunda reforma y en mayo de 1998 fue declarada bien de interés cultural.
De la segunda mitad del XIX data el edificio de tres plantas que cobija el palco presidencial, taquillas, servicios sanitarios y palcos.

Museos

Museo de Arte Sacro, se sitúa la iglesia de Santiago o La Antigua, la más antigua de la ciudad (siglo XII), ábside encalado, torre sencilla. En su interior se conservan piezas importantes como el Cristo Yacente realizado en piedra caliza (siglo XVI), el cuadro de la Virgen de la Antigua (siglo XV), retablo mayor del siglo XVIII, sepulturas, esculturas, ropa litúrgica, etc.

Museo Valeriano Salas, situado en el antiguo Convento de San Francisco. En el claustro pueden verse como decoración los escudos de los Zúñiga, con la corona ducal y las letras F M A (Francisco y Mª Andrea de Guzmán, hija de los condes de Niebla, siglo XVI). También están los escudos de la Orden Seráfica, con una cruz en el centro de 2 brazos, uno desnudo y el otro con la manga del hábito franciscano y en las manos, los estigmas.

Museo del escultor Mateo Hernández, instalado en el solar de lo que fue el Hospital e iglesia de San Gil, de la cual sólo se conserva su ábside y su portada principal. Su museo está dedicado al escultor bejarano Mateo Hernández, aunque en su interior también se pueden admirar obras de otros escultores como González Macías y Pérez Comendador.

Museo Judío David Melul, instalado en una casa solariega con reminiscencias góticas junto a la iglesia de Santa María. Muestra objetos relacionados con la historia del pueblo judío en Béjar, además de una maqueta de la villa en el siglo XV.

Monumento al Hombre de Musgo, obra del escultor Ricardo Martín Vázquez. Cuenta la leyenda que: "En la Edad Media, cuando los árabes eran dueños de la ciudad, los cristianos pusieron sitio y consiguieron entrar recubiertos de musgo y avanzando poco a poco de manera que podían confundirse con arbustos". La puerta de la muralla por donde entraron se llama Puerta de la Traición. Este acontecimiento lo celebran vistiéndose de musgo todos los años y representando la hazaña el día del Corpus.

Monumento a los Mártires de la Libertad, realizado en septiembre de 1868 por el artista bejarano Ricardo Martín Vázquez.

Teatro Cervantes, construido a finales del siglo XIX.[cita requerida]

Ayuntamiento, del siglo XVI, con escudos de la ciudad.

Barrio de la Judería, a espaldas del palacio.

Muralla medieval. La muralla urbana de Béjar fue construida por los árabes, y ampliada en el siglo XIII por el Rey Alfonso VIII desde la Plaza Mayor hasta la Puerta de la Villa (reformada en el siglo XVI). Quedan tramos de la muralla original de la que se pueden observar las puertas del Pico, de San Pedro o de San Antón.

Sierra de Béjar. Estribación del Sistema Central, declarado reserva de la biosfera por la Unesco cuenta con parajes de gran belleza y una estación de esquí La Covatilla.

Río Cuerpo del Hombre, en época romana "Hominis Corpus", nace en el paraje conocido como Hoya de Moros en la sierra de Candelario y desemboca en el río Alagón en la Confederación Hidrográfica del Tajo.

Festividad de la Virgen del Castañar. Se celebra el 8 de septiembre en honor a la Virgen del Castañar, la patrona de la localidad. Es una romería que acompaña a la Virgen desde su Santuario al Mirador de la Virgen. Las fiestas patronales de este lugar constan de varios días de fiesta que comienzan con el llamado chupinazo y pregón en el balcón del ayuntamiento y finalizan siempre con fuegos artificiales.

Corpus Cristi. Procesión de gran raigambre en Béjar, impulsada desde el siglo XIV por los señores de Béjar. Se caracteriza por ser una muestra de los poderes de la ciudad. En ella desfilan los Hombre de Musgo haciendo escolta a la bandera de España que rememoran que un día, según cuenta la leyenda, que en el reinado de Alfonso VII de León,​ una hueste cristiana que estaba escondida en el monte de El Castañar, inició el ataque a la fortaleza de Béjar,vestida con musgo. Fiesta de interés Turístico Nacional desde el año 2010.

Semana Santa: Se celebra desde hace más de 600 años en la ciudad. Durante una semana la ciudad se llena de pasión. La Santa Vera Cruz es una de las cofradías más antiguas de España, su fundación data del año 1411.
Ferias de Mayo: primer fin de semana. Feria de ganado vacuno y caballos. Atracciones para los más jóvenes en el nuevo recinto ferial.

Festival de Música de Las Tres Culturas. Desde la declaración de la procesión del Corpus Christi como Fiesta de interés Turístico Regional se celebra en la ciudad este festival de música de las tres culturas que vivieron juntas musulmanes, judíos y cristianos.

Día del calderillo bejarano. Más de 30 ediciones celebrando esta fiesta gastronómica el segundo domingo de agosto, donde miles de raciones para degustar el plato típico bejarano se entregan a todos los que suben al Castañar a esta peculiar tradición.

Gastronomía

Calderillo bejarano, guiso típico de patatas y carne de ternera aderezado con pimiento rojo, cebolla y laurel.

Patatas revueltas, patatas cocidas con pimentón y torreznos.

Zorongollo, ensalada de pimientos rojos y tomates asados pelados y troceados, con un aliño de aceite de oliva, ajo y sal.

Los Limones, ensalada de naranjas, limón, huevo cocido o frito y chorizo aliñado con azúcar, sal, aceite de oliva y un chorrito de vino tinto.

Hornazo, Bollo anisado relleno de Chorizo.

Perrunillas, dulce típico para acompañar al café.

Ilustres de Béjar

Duques de Béjar de la casa de Zúñiga engarzando apellidos López de Zúñiga con Mendoza, Sotomayor, Guzmán, Sarmiento, Silva y Castro.
Andrés Dorantes, con Alvaro de Cabeza de Vaca a los que se atribuye la conquista de Florida.
Baltasar de Zúñiga y Guzmán, Marqués de Valero, virrey de Nueva España, presidente del Consejo de Indias y mayordomo de Felipe V.
José Sánchez Ocaña, Ministro de Hacienda con el gobierno de Narváez. Consiguió la concesión del título de ciudad para Béjar.
Mateo Hernández, reconocido escultor. Falleció exilado en París en 1949.
Jesús Caldera, político y sociólogo, ministro de Trabajo y Asuntos Sociales del gobierno de Zapatero.
Roberto Heras, ciclista escalador, ganador de cuatro vueltas a España en los primeros años de este siglo.