Villaquinte
a mediados del siglo XVIII
En la
feligresía de San Verísimo de Villaquinte el día 8 de diciembre de 1752, ante D.
Ignacio de Lago y Hernández, subdelegado para el establecimiento de la Real
Contribución, y D. Rosendo Murias, Juez de Cervantes comparecen el perito
nombrado de oficio D. Tomás Antonio Pillado, los vecinos de Villaquinte Alonso
Fernández y Pedro González, nombrados por dicha justicia como peritos del pueblo,
no pudiendo estar el cura párroco Fray Manuel Pastor que se ha excusado por
carta política que ha escrito.
Los datos recogidos proceden del interrogatorio que se hizo
con motivo de la elaboración del
Catastro de Ensenada que se realizó entre
1750 y 1759, en los 15.000 lugares de la Corona de Castilla, una minuciosa
averiguación a gran escala de sus habitantes, propiedades territoriales,
edificios, ganados, oficios, rentas, incluyendo los censos; incluso de las
características geográficas de cada población.
Bajo
juramento en la debida forma declaran:
La feligresía se denomina San
Verísimo de Villaquinte. La componen 36 vecinos que habitan en las 36 casas
habitables que hay en el término. Es de Señorío que pertenece al Conde de
Grajal, que por esta razón no percibe cosa alguna.
Linda por el levante con la
feligresía de Moia, por el norte con la de Villarpandín, por poniente con la de
Vallo y por el sur con la de Donís. Principiando en una peña llamada Corbeira
siguiendo hasta otra llamada do Pedregal, llegando a otra llamada do Rego
Redondo, de ahí a una laguna llamada do Penedo sigue a otra peña llamada
Rebolín da Braña de la que se camina a un marco que está sobre una fuente
llamada Coruscada, de allí a una peña llamada Baqueiro y de esta a una capilla
llamada de San Pedro, de ahí al Rio das Xuntas, de este cogiendo aguas arriba
por el río de Villaquinte hasta la peña do Chamadoiro, de aquí por el camino
real hasta el pico que llaman Requeixo, de aquí por Cotarelo y de este a una
peña llamada Tumbadoiro, desde ella a un marco llamado da Hermita de Murias y
por una peña llamada pico de Murias a otra llamada de Farreira. Luego a un
marco llamado Escadela y se cierra el círculo llagando al río y subiendo a la
peña Corbeira.
Villaquinte en Primavera entrando desde Navia. El Cañón del Río Ser
(Foto Manuel González Pérez)
Tiene tierras de labradío de
secano, huertas de secano plantadas de coles y algunos árboles frutales, prados
de regadío y de secano, sotos y montes. Las tierras de secano producen una
primera cosecha de trigo o centeno y una segunda de nabos, Los montes se rompen
cada 15, 24 o 36 años si son de primera, segunda o tercera calidad.
La medida de la tierra es el ferrado de sembradura de centeno que
equivale a un cuadrado de 26 varas de largo y ancho. El ferrado tiene 24
cuartillos. El término tiene 6.700 ferrados de sembradura. Restado lo
incultivable y lo que ocupan casas, caminos, eras y canales quedan 4.000
ferrados útiles. 12 de huerta, 14 ferrados de prado de regadío, 74 de prado de
secano, 680 de labradío y 3.200 de monte.
Se cosecha trigo, centeno, avena,
cebada, mijo menudo, lino, nabos, coles, castañas y frutas. Por ferrado la
valoración de la producción de cereales se valora en 10 reales, la de nabos o
castañas en 8 y el de hortalizas en 20 reales.
El ferrado de trigo vale cinco reales, el de centeno cuatro, el de
cebada o de avena vale tres reales, el de mijo menudo y el de castañas dos
reales.
Impuestos que se pagan a la fábrica
de la iglesia parroquial: Los Diezmos se pagan en gallinas, enjambres o lino.
Dos reales y medio por cada vez que nace un ternero o ternera. Las Primicias
cada vecino paga al año dos ferrados de centeno, las viudas uno y las pobres no
abonan este impuesto. Los Diezmos de cada año ascienden a 1.340 reales de
vellón y las primicias a 68 ferrados de centeno o 220 reales de vellón.
Foto Archivo Catastro de Ensenada
donde relata el valor de los diferentes tipos de ganado.
Hay en el término tres molinos
harineros. Uno el Da Veiga que muele seis meses al año y se le calcula una
producción de 9 ferrados de centeno; pertenece a Pedro do Coxo y consorte. Otro
el de Val de Cabreira que muele cuatro meses al año y se le calcula una
producción de 6 ferrados de centeno; pertenece a Alonso Fernández y consorte.
Otro en Los Olmos que muele la mitad del año y se le calcula una producción de
9 ferrados de centeno; Pertenece a Jacinto Pérez y consorte.
Una yegua, que puede parir una vez
al año desde los tres hasta los diez se le calculan veinte reales de producción
por cada año que pare. A un caballo, a un macho, o a una mula se le calcula una
producción de 100 reales por los diez años de utilidad. Una vaca que puede
procrear desde los cuatro años a los diez se la calculan 23 reales por cada
ternero o ternera y 10 reales por la leche y la manteca. Una oveja que puede
parir desde los tres años hasta los nueve se calcula que por cada una de las
crías se valora en 4 reales y media libra de lana al año valorada en medio
real. Una lechona, que puede procrear desde uno a tres años se le calculan por
cada lechón seis reales. Una cabra, que pare de los tres a los ocho años
regulan cada cría en tres reales. Los bueyes de labor, dados en aparcería a
vecinos o colonos no se les da ningún valor.
Lugar de Villarnovo. Foto José Luis Fernández
En el término hay 134 colmenas que
producen por la cera, la miel y los enjambres 4 reales al año cada una.
Pertenecen a: Santiago González 3, Pedro González 8, Pedro Digois 5, Manuel
López 12, Juan González 1, José López 10, Juan Pérez 1, Francisco López 12,
Domingo González 3, Bartolomé do Coxo 12, Benito López 12, Blas Alvarez 2,
Antonio López 8, Alonso López 4, Alonso Riazos 3, Antonio López 10, Alonso
Fernández 4, Jacinto Pérez 4, Pedro do Coxo 20.
Anualmente pagan 48 reales a la
jurisdicción de Cervantes por servicio ordinario.
Anexo. La
equivalencia de las monedas de aquella época (1.750) con la actual sería
aproximadamente: Un Escudo equivaldría a 102 €uros, 40 reales, 544 maravedies.
Un Real equivaldría a 2’5 €uros. Un Maravedí equivaldría a 0’20 €.
Eladio Rodríguez Souto
Murcia, 13 de
Mayo de 2020