LOS MOLINOS HARINEROS DE GRESANDE
Introducción:
A mediados del mes de Julio se publicaba en la prensa
científica que una arqueobotánica española, Amaia Arranz Otegui, que trabaja
para la Universidad de Copenhague, descubre en Jordania restos de pan elaborado
con cereales en época neolítica cocinado con grano silvestre, 4.000 años antes
de lo que los científicos datan el nacimiento de la agricultura.
Recolectar las semillas, limpiar los granos y molerlos para poder formar masa que puesta al fuego o en una piedra calentada previamente se convertía en pan, significaba mucho trabajo.
Recolectar las semillas, limpiar los granos y molerlos para poder formar masa que puesta al fuego o en una piedra calentada previamente se convertía en pan, significaba mucho trabajo.
La actividad
transformadora del cereal mediante el uso de piezas elaboradas comenzó con la
fricción entre una madera o una piedra labrada que refregada contra otra piedra
desmenuzaba el grano para hacer masa. Estos molinos llanos o manuales ya eran
empleados en la época castreña, antes de la romanización, en Galicia.
El 13 de Diciembre de 2.015, en el
Faro de Vigo, Daniel González Alén nos deleitaba en el artículo “Os tesouros
arqueolóxicos de Gresande” con una foto, de Paco López Cuiña, de una pared de
una casa de O Souto, en la que se puede observar la mitad de una piedra de
molino de este tipo procedente seguramente del castro de Gresande.
Con la invasión romana aparecieron los molinos de mano
circulares. Con una pieza pétrea fija y con otra móvil y mediante el uso de la
fuerza muscular se molía centeno, trigo o cebada, moviendo la piedra superior
mediante el empuje de la mano en sentido circular.
La alta Edad Media trajo la incorporación de los
molinos de agua, que utilizaban la fuerza del agua a través de un rodicio, que
movía la muela de moler, descargaban de un complicado trabajo. Se supone que su
aparición está vinculada a los monasterios que los introducirían allá por el
siglo XI.
Este trabajo constará de dos entregas. En la primera
analizaré los caudales de agua de la parroquia y los diferentes molinos que
movían esas aguas a los que acudían los vecinos con su grano de trigo,
centeno o maiz, para convertirlo en harina y con esta, convenientemente amasada, hacer el pan o alimentar a los animales.
Las aguas:
La Parroquia de Gresande, en cuyos límites están los
ríos Deza y Asneiro, tiene tres importantes regueiros, el de Marcelín, el de
Ramil y el de Moas que vierten sus aguas al Asneiro y otro más pequeño que
riega los prados de Insua y vierte sus aguas al Deza.
En el Catastro
de Ensenada de 1.752 parece que los molinos harineros son la industria más
importante de la zona. En la parroquia de Gresande aparecen seis molinos
harineros todos en el regueiro de Moas. En Cristimil documentan 10 molinos
harineros: uno en el río Deza, dos en el arroyo de Fontao, otro en el de
Gondufe, tres en el de Berelle y otros tres en el de Sanxurdo. En Anseán documentan
5 molinos harineros todos en el regueiro de Soutullo, que pertenecen a José
Ferreiro, a Domingo González, a Juan Gil, a Lorenzo Fernández y a Fernando
González.
En Barcia documentan 7 molinos harineros:
cinco en el regueiro de Barcia, otro en el de Alfonsin y otro en el de Ribela.
Vilatuxe con 15 molinos harineros es la parroquia que documenta más: uno
situado en el Pedroselo, tres en el arroyo de Moa, otro en el de Cortizos,
cinco en el de Pía, otro en el de Zima, otro en el de Lavandeira, otro en el de
Gunduriz y dos en el de Mela. En Soutolongo son 9 los molinos harineros
documentados: dos en el regueiro de Marcelín pertenecientes a los vecinos de
Vilar Manuel García y Gregorio Núñez, otro en el río Asneiro en el puente de
Viñoa, y otros seis repartidos en los arroyos do Pozo, do Carneiro, do Pórtigo
y en el de Ateán. En Botos documenta el
Catastro de Ensenada 9 molinos harineros: cuatro en el regueiro de Barreiro y
los otros en el de Coto, en el de Viqueira, en el de Puerto Manico y en el de
Freixa. Y en Dosión se documentan 5 molinos harineros: uno en Estivelle, otro
en Bergazos y tres en Donsión.
El llamado Camiño Real, “o camiño dos arrieiros”,
desde el marco do Couto hasta al Castro de Gresande, que marca la divisoria
entre la parroquia de Barcia y la de Gresande, marca también la divisoria de
las aguas que vierten al Asneiro o al Deza. Desde el Castro de Gresande al
Castro de Mato y de ahí hasta Quintá y la junta de los ríos, cerca ya de Puente
Taboada, las aguas de la izquierda van al Deza y las de la derecha al Asneiro.
Regueiro de
Marcelín:
Recogiendo las aguas desde O Couto, y las zarras de
Vilar, las fuentes de la Chousa Grande, O Rodado, Puzo Caseiro, y especialmente
Marcelín se forma el Regueiro de
Marcelín en el que existían tres o cuatro molinos harineros, que
pertenecían a los vecinos de Vilar y que estaban situados entre los prados de
Marcelín y las zarras del Sabugueiro, como medio kilómetro antes de encontrarse
en o Requeixo con el río Asneiro. Curioso era el “fiel” que pasados los molinos
dividía el agua, en dos partes idénticas, para regar los prados de Ramil y de Vilar.
Rego de
Ramil:
Recogía el agua para el Asneiro, de las fuentes desde
Penaventela hasta Pena da Cruz. Fonte Xoanas, regato dos Curros, fonte do
Pedregal, Fonte de Vales, Minas da Zarra Nova, Fonte María y Fonte de Ramil. Dos
molinos harineros eran movidos por el agua de este regueiro antes de deslizarse
por la Fraguiza para caer en el Asneiro. El molino de Santomé situado antes de
que el rego cruzara el camino de Ponte Moas y el molino de Liñares, situado al
final de los prados, unos 100 metros más abajo, a la altura de la huerta de
Montouto.
Regueiro de
Moas:
Recogía toda el agua que fluía desde Pena da Cruz
(empalme de Soutullo) hasta o Cotiño de Gresande hacia el Asneiro. La fuente de
Gresande, con un apreciable caudal, regaba los prados de Gresande, de la
Tremesiña, los Chopes de Gresande y los prados de Moas. Allí confluía con el
rego da Fonte do Gafo, que traía el agua desde Pena da Cruz, Fonte de Quintas,
y pozos de Agueiros, y con el rego das Zancadas que recogía el agua de las fuentes
de Bargo. A partir de los prados de Moas se ubicaban los seis molinos que están
documentados en el Catastro de Ensenada.
En documentos de la casa de Vales en 1561
Bastian de Vales era dueño de un molino en Moas.
En 1752 (Catastro de Ensenada) los propietarios de los seis molinos de
Moas eran José de la Torre, Francisco González, Juan da Hermida, Pedro do
Souto, Fernando González y Bernardo Núñez Taboada. En los años 20 del siglo
pasado eran conocidos como El Muiño de Vales, El Muiño Novo, El Muiño do Medio,
El Muiño de Ramil, El Muiño do Fondo y el Muiño do Cura. Ya por los 50 El Muiño
de Vales era el de Elías y seguía funcionando. El Muiño Novo era de vecinos de
Gresande. El Muiño de Ramil, por los años 20, fue el primero que dejó de funcionar,
cuando sus socios participaron en la compra del Molino de Portela, en el río
grande. El Muiño do Fondo era de Herederos y dejó de funcionar por los 50.
El catorce de Mayo de 1.784 se celebra en Ramil, en
casa de María da Balagosa, la vista de la denuncia que habían presentado los
vecinos de Vales Antonio Gil (padre de Vicente Gil) y Josefa de Toubes (madre
de Teresa de la Torre) contra los vecinos de Gresande Bernardo
de Portela, Domingo de Otero, Baltasar Gómez, Manuel de Hermida y algunos más, sobre
el agua de la fuente de Gresande que cruzando la Tremesiña y los Chopes hacía
mover los molinos de Moas.
Vicente Gil y Teresa de
la Torre son los que con su boda en 1.793 unifican la Casa de
Vales, construyen la Casa Grande, que terminan de construirla en 1.806, y en 1.816 solicitan en
la Cancillería de Valladolid el reconocimiento de HIDALGUIA.
Rego
do Foxo:
Recoge el agua de la fuente Cornixa, riega los prados de Insua y entra en el río Deza. No hay
en él ningún molino.
Muiño
de Ponte Moas:
A principios del siglo pasado Manuel de Portela
construye, en el río grande, una presa y un pequeño molino en el lugar donde se
encuentra actualmente el restaurado molino de Ponte Moas. Antonio Toimil, en
1924, compra ese molino y en 1927 lo vende a su vez a un grupo de vecinos de
Gresande, encabezados por el cura D. Eladio Rodríguez Medela, que había
heredado una casa en Vales, Antonio de Materio de Gresande, Manuel da Cima de
Cristimil y el suegro de Toimil Manuel Doberro de Porreiros.
Como he
comentado anteriormente toda la historia de este molino, conocido popularmente como “O Muiño de Portela” y el apéndice sobre los
elementos que componen un molino harinero, movido por agua, serán objetivo de
la próxima entrega de los molinos harineros de Gresande.
Me contaba mi abuelo José Mª nacido en O Souto,
que algunos vecinos del lugar eran socios de dos de los molinos del regueiro de
Soutullo.
Otros dos molinos harineros importantes para los vecinos de
Gresande, a mediados del siglo pasado, fueron el de O Chonco y el de la
Pardiña, ambos de “maquila” (con una pequeña parte del grano o de la harina se
pagaba al molinero).
Muiño do Chonco:
A un kilómetro del muiño de Ponte Moas, rio Asneiro abajo, Ramiro de Donsión, en los años 40 construye, a la altura de Porreiros en el lado de Carballude, un molino de maquila con dos muelas, una de ellas albar para moler el trigo y centeno. Para dar servicio a los clientes del otro lado del río mandó construir un pequeño puente para que pudieran llegar al molino los vecinos de Porreiros y el resto de parroquianos de Gresande y Cristimil.
A un kilómetro del muiño de Ponte Moas, rio Asneiro abajo, Ramiro de Donsión, en los años 40 construye, a la altura de Porreiros en el lado de Carballude, un molino de maquila con dos muelas, una de ellas albar para moler el trigo y centeno. Para dar servicio a los clientes del otro lado del río mandó construir un pequeño puente para que pudieran llegar al molino los vecinos de Porreiros y el resto de parroquianos de Gresande y Cristimil.
Explica
Daniel González Alén, en uno de sus artículos periodísticos, que “era de maquía, é dicir, o muiñeiro para moerche o grao
cobrábache collendo un pouco dese grao que che
moia”.
Ruinas Muiño do Chonco Foto DGA
Sigue explicando Daniel González
Alen que “o muíño tiña dúas
rodas, unha para o trigo e o centeo e outra para o millo. O trigo e centeo
empregábanse para facer pan (pois en todas as casas se cocía) e o millo
empregábase para os animais, sobre todo para os porcos da ceba. Tamén tiña este
muíño unha peneira que podías empregar e así xa saías de alí coa fariña
preparada para cocer. Da peneira saían tres clases de fariña. A primeira era
coñecida como “a flor”, e tal como o seu nome indica era branquiña coma a neve.
Aparte de facer pan con ela empregábase para repostería, sobre todo para
filloas. Despois desta saía outra un pouco máis escura que normalmente se
mesturaba coa branca para facer pan, e despois saia a terceira. Xa que case era
relón ou farelo; coñecíase como as míllaras (tercerilla). Xa por ultimo quedaba
o relón ou farelo”.
https://www.facebook.com/daniel.gonzalezalen/posts/733385590333806
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Muiño da Pardiña.
Situado en el río Deza a la altura de Barcia. En verano, cuando el río traía
menos agua, podías traerte también una botella de agua medicinal, de una fuente
que salía en medio de la presa. Era buena para los dolores, el reuma y las
enfermedades infecciosas. Yo recuerdo el sabor. Me imagino que cuando
intentaban dármela me pondría bueno de golpe. Los huevos podridos seguramente
tenían mejor sabor.