viernes, 21 de septiembre de 2018

Los Molinos Harineros de Gresande I


LOS MOLINOS HARINEROS DE GRESANDE

Introducción:
A mediados del mes de Julio se publicaba en la prensa científica que una arqueobotánica española, Amaia Arranz Otegui, que trabaja para la Universidad de Copenhague, descubre en Jordania restos de pan elaborado con cereales en época neolítica cocinado con grano silvestre, 4.000 años antes de lo que los científicos datan el nacimiento de la agricultura.

Recolectar las semillas, limpiar los granos y molerlos para poder formar masa que puesta al fuego o en una piedra calentada previamente se convertía en pan, significaba mucho trabajo.

La actividad transformadora del cereal mediante el uso de piezas elaboradas comenzó con la fricción entre una madera o una piedra labrada que refregada contra otra piedra desmenuzaba el grano para hacer masa. Estos molinos llanos o manuales ya eran empleados en la época castreña, antes de la romanización, en Galicia. 



El 13 de Diciembre de 2.015, en el Faro de Vigo, Daniel González Alén nos deleitaba en el artículo “Os tesouros arqueolóxicos de Gresande” con una foto, de Paco López Cuiña, de una pared de una casa de O Souto, en la que se puede observar la mitad de una piedra de molino de este tipo procedente seguramente del castro de Gresande.
Con la invasión romana aparecieron los molinos de mano circulares. Con una pieza pétrea fija y con otra móvil y mediante el uso de la fuerza muscular se molía centeno, trigo o cebada, moviendo la piedra superior mediante el empuje de la mano en sentido circular.
La alta Edad Media trajo la incorporación de los molinos de agua, que utilizaban la fuerza del agua a través de un rodicio, que movía la muela de moler, descargaban de un complicado trabajo. Se supone que su aparición está vinculada a los monasterios que los introducirían allá por el siglo XI.
Este trabajo constará de dos entregas. En la primera analizaré los caudales de agua de la parroquia y los diferentes molinos que movían esas aguas a los que acudían los vecinos con su grano de trigo, centeno o maiz, para convertirlo en harina y con esta, convenientemente amasada, hacer el pan o alimentar a los animales.

Las aguas:
La Parroquia de Gresande, en cuyos límites están los ríos Deza y Asneiro, tiene tres importantes regueiros, el de Marcelín, el de Ramil y el de Moas que vierten sus aguas al Asneiro y otro más pequeño que riega los prados de Insua y vierte sus aguas al Deza.
 En el Catastro de Ensenada de 1.752 parece que los molinos harineros son la industria más importante de la zona. En la parroquia de Gresande aparecen seis molinos harineros todos en el regueiro de Moas. En Cristimil documentan 10 molinos harineros: uno en el río Deza, dos en el arroyo de Fontao, otro en el de Gondufe, tres en el de Berelle y otros tres en el de Sanxurdo. En Anseán documentan 5 molinos harineros todos en el regueiro de Soutullo, que pertenecen a José Ferreiro, a Domingo González, a Juan Gil, a Lorenzo Fernández y a Fernando González.  En Barcia documentan 7 molinos harineros: cinco en el regueiro de Barcia, otro en el de Alfonsin y otro en el de Ribela. Vilatuxe con 15 molinos harineros es la parroquia que documenta más: uno situado en el Pedroselo, tres en el arroyo de Moa, otro en el de Cortizos, cinco en el de Pía, otro en el de Zima, otro en el de Lavandeira, otro en el de Gunduriz y dos en el de Mela. En Soutolongo son 9 los molinos harineros documentados: dos en el regueiro de Marcelín pertenecientes a los vecinos de Vilar Manuel García y Gregorio Núñez, otro en el río Asneiro en el puente de Viñoa, y otros seis repartidos en los arroyos do Pozo, do Carneiro, do Pórtigo y  en el de Ateán. En Botos documenta el Catastro de Ensenada 9 molinos harineros: cuatro en el regueiro de Barreiro y los otros en el de Coto, en el de Viqueira, en el de Puerto Manico y en el de Freixa. Y en Dosión se documentan 5 molinos harineros: uno en Estivelle, otro en Bergazos y tres en Donsión.
El llamado Camiño Real, “o camiño dos arrieiros”, desde el marco do Couto hasta al Castro de Gresande, que marca la divisoria entre la parroquia de Barcia y la de Gresande, marca también la divisoria de las aguas que vierten al Asneiro o al Deza. Desde el Castro de Gresande al Castro de Mato y de ahí hasta Quintá y la junta de los ríos, cerca ya de Puente Taboada, las aguas de la izquierda van al Deza y las de la derecha al Asneiro.

Regueiro de Marcelín:
Recogiendo las aguas desde O Couto, y las zarras de Vilar, las fuentes de la Chousa Grande, O Rodado, Puzo Caseiro, y especialmente Marcelín se forma el Regueiro de Marcelín en el que existían tres o cuatro molinos harineros, que pertenecían a los vecinos de Vilar y que estaban situados entre los prados de Marcelín y las zarras del Sabugueiro, como medio kilómetro antes de encontrarse en o Requeixo con el río Asneiro. Curioso era el “fiel” que pasados los molinos dividía el agua, en dos partes idénticas, para regar los prados de Ramil y de Vilar.

Rego de Ramil:
Recogía el agua para el Asneiro, de las fuentes desde Penaventela hasta Pena da Cruz. Fonte Xoanas, regato dos Curros, fonte do Pedregal, Fonte de Vales, Minas da Zarra Nova, Fonte María y Fonte de Ramil. Dos molinos harineros eran movidos por el agua de este regueiro antes de deslizarse por la Fraguiza para caer en el Asneiro. El molino de Santomé situado antes de que el rego cruzara el camino de Ponte Moas y el molino de Liñares, situado al final de los prados, unos 100 metros más abajo, a la altura de la huerta de Montouto.

Regueiro de Moas:
Recogía toda el agua que fluía desde Pena da Cruz (empalme de Soutullo) hasta o Cotiño de Gresande hacia el Asneiro. La fuente de Gresande, con un apreciable caudal, regaba los prados de Gresande, de la Tremesiña, los Chopes de Gresande y los prados de Moas. Allí confluía con el rego da Fonte do Gafo, que traía el agua desde Pena da Cruz, Fonte de Quintas, y pozos de Agueiros, y con el rego das Zancadas que recogía el agua de las fuentes de Bargo. A partir de los prados de Moas se ubicaban los seis molinos que están documentados en el Catastro de Ensenada.
En documentos de la casa de Vales en 1561 Bastian de Vales era dueño de un molino en Moas.
En 1752 (Catastro de Ensenada) los propietarios de los seis molinos de Moas eran José de la Torre, Francisco González, Juan da Hermida, Pedro do Souto, Fernando González y Bernardo Núñez Taboada. En los años 20 del siglo pasado eran conocidos como El Muiño de Vales, El Muiño Novo, El Muiño do Medio, El Muiño de Ramil, El Muiño do Fondo y el Muiño do Cura. Ya por los 50 El Muiño de Vales era el de Elías y seguía funcionando. El Muiño Novo era de vecinos de Gresande. El Muiño de Ramil, por los años 20, fue el primero que dejó de funcionar, cuando sus socios participaron en la compra del Molino de Portela, en el río grande. El Muiño do Fondo era de Herederos y dejó de funcionar por los 50.
El catorce de Mayo de 1.784 se celebra en Ramil, en casa de María da Balagosa, la vista de la denuncia que habían presentado los vecinos de Vales Antonio Gil (padre de Vicente Gil) y Josefa de Toubes (madre de Teresa de la Torre) contra los vecinos de Gresande Bernardo de Portela, Domingo de Otero, Baltasar Gómez, Manuel de Hermida y algunos más, sobre el agua de la fuente de Gresande que cruzando la Tremesiña y los Chopes hacía mover los molinos de Moas.
Vicente Gil y Teresa de la Torre son los que con su boda en 1.793 unifican la Casa de Vales, construyen la Casa Grande, que terminan de construirla en 1.806, y en 1.816 solicitan en la Cancillería de Valladolid el reconocimiento de HIDALGUIA.

Rego do Foxo:
Recoge el agua de la fuente Cornixa, riega los prados de Insua y entra en el río Deza. No hay en él ningún molino.

Muiño de Ponte Moas:
A principios del siglo pasado Manuel de Portela construye, en el río grande, una presa y un pequeño molino en el lugar donde se encuentra actualmente el restaurado molino de Ponte Moas. Antonio Toimil, en 1924, compra ese molino y en 1927 lo vende a su vez a un grupo de vecinos de Gresande, encabezados por el cura D. Eladio Rodríguez Medela, que había heredado una casa en Vales, Antonio de Materio de Gresande, Manuel da Cima de Cristimil y el suegro de Toimil Manuel Doberro de Porreiros.
 Como he comentado anteriormente toda la historia de este molino, conocido popularmente como “O Muiño de Portela” y el apéndice sobre los elementos que componen un molino harinero, movido por agua, serán objetivo de la próxima entrega de los molinos harineros de Gresande.
Me contaba mi abuelo José Mª nacido en O Souto, que algunos vecinos del lugar eran socios de dos de los molinos del regueiro de Soutullo.
Otros dos molinos harineros importantes para los vecinos de Gresande, a mediados del siglo pasado, fueron el de O Chonco y el de la Pardiña, ambos de “maquila” (con una pequeña parte del grano o de la harina se pagaba al molinero).

Muiño do Chonco:

A un kilómetro del muiño de Ponte Moas, rio Asneiro abajo, Ramiro de Donsión, en los años 40 construye, a la altura de Porreiros en el lado de Carballude, un molino de maquila con dos muelas, una de ellas albar para moler el trigo y centeno. Para dar servicio a los clientes del otro lado del río mandó construir un pequeño puente para que pudieran llegar al molino los vecinos de Porreiros y el resto de parroquianos de Gresande y Cristimil.

Explica Daniel González Alén, en uno de sus artículos periodísticos, que era de maquía, é dicir, o muiñeiro para moerche o grao cobrábache collendo un pouco dese grao que che moia”.



Ruinas Muiño do Chonco Foto DGA

Sigue explicando Daniel González Alen que “o muíño tiña dúas rodas, unha para o trigo e o centeo e outra para o millo. O trigo e centeo empregábanse para facer pan (pois en todas as casas se cocía) e o millo empregábase para os animais, sobre todo para os porcos da ceba. Tamén tiña este muíño unha peneira que podías empregar e así xa saías de alí coa fariña preparada para cocer. Da peneira saían tres clases de fariña. A primeira era coñecida como “a flor”, e tal como o seu nome indica era branquiña coma a neve. Aparte de facer pan con ela empregábase para repostería, sobre todo para filloas. Despois desta saía outra un pouco máis escura que normalmente se mesturaba coa branca para facer pan, e despois saia a terceira. Xa que case era relón ou farelo; coñecíase como as míllaras (tercerilla). Xa por ultimo quedaba o relón ou farelo”.
https://www.facebook.com/daniel.gonzalezalen/posts/733385590333806


Muiño da Pardiña. Situado en el río Deza a la altura de Barcia. En verano, cuando el río traía menos agua, podías traerte también una botella de agua medicinal, de una fuente que salía en medio de la presa. Era buena para los dolores, el reuma y las enfermedades infecciosas. Yo recuerdo el sabor. Me imagino que cuando intentaban dármela me pondría bueno de golpe. Los huevos podridos seguramente tenían mejor sabor.